MAGIA MIMÉTICA CON VELAS DE FORMA

Una de las ramas de la Magia Ceremonial menos conocida -y es por ello también que le dedicaremos preferente atención, sobre todo a tenor de sus resultados palpables- es la llamada Magia Mimética, que junto a la Magia Simpática, la Natural, la Talismánica y la Contramagia contituyen el amplio abanico de antiguas prácticas que los primeros “magiis” (se traduce como “sabios”) de la Mesopotamia caldea en posesión de esa Sabiduría aún más arcana y universal tradujeron en rituales y ceremoniales.

Sin transformar estas líneas en un compendio de teoría, vale recordar que buena parte de las herramientas “mágicas” tienen como objetivo representar al individuo, su objetivo o las circunstancias que se desea o espera que ocurran conforme a las propias intenciones. Esta “recreación” del contexto (es decir, de su Universo) es el “campo operatorio” donde el Mago, la Maga, proyecta y materializa sus intenciones.

El Operador entiende que la ritualización es una forma de “densificar” sus pensamientos a través de la correspondencia entre su intención y lo que hace con la misma, en este caso, precisamente representarla. Éste es uno de los grandes secretos de la Magia: cuando manipulo conscientemente un símbolo, impregno el astral de mi Intención. 

Durante milenios, la Magia Mimética ocupó materiales cotidianos como muñecos de tela, tallas sencillas en madera, atados de hierbas , modelos en cerámica, buscando, justamente, reflejar la “apariencia” de las cosas o de las personas. Cuando la instancia cultural lo permitió, el ser humano comenzó a valerse de otros elementos y cuando el mundo convivió con candelas y velas, se produjo de manera totalmente natural pero inconsciente una asociación de pensamiento y sentimiento: la atracción hipnótica de ese pequeño fuego, además de dar luz, subyugaba (aún lo hace) a quien le observa; de allí a ocuparse en devociones y cultos con naturalidad.

Pero cuando el devoto decidió darle a esa vela una “forma” determinada (de sí mismo, de la persona a la que deseaba alcanzar, del objeto o situación a conseguir) descubrió (seguramente sin saberlo) un verdadero Metalenguaje, un Idioma de Orden Superior, porque no necesitaba de palabras sino que conjugaba y formulaba directamente a través de imágenes simbólicas; sólo podemos imaginar los tiempos en que los sabios advirtieron que su intención y manipulación impregnaban el Astral, esa práctica que comenzó con tallar burdamente en una vela la “idea” de lo que se deseaba conseguir permitía imprimir aún más fuertemente en ese Plano Universal la fuerza de la intención.

Por eso, un ritual con Velas de Forma es a la vez representación microcósmica del efecto último macrocósmico que se desea obtener y expresión, formulación, declamación que se hace, no con palabras, sino con asociaciones simbólicas. A partir de allí funciona en base a los criterios por los cuales toda Magia lo hace: acción manifiesta del Principio de Mentalismo aunado al Principio de Correspondencia universal.

MÓDULO 1 - CLASES POR ZOOM

1
Intro - Tipos de Magia - Principios Operatorios - Fechas para Rituales
2
Reglas - Orientación - Mesa de Trabajo - Ungidos y Coberturas - Colores
100 min
3
Rituales - Oraciones - Cortes - Punto de Fuga
80 min
4
Perturbaciones - Protección - Armonización - Tinta Mágica
105 min
5
Palabras de Poder - Despachos - Corte de Magia Negra - Ocultum - Símbolos de Poder
80 min
6
Ceromancia - Escritura de Nombres - Armonización de Pareja - Preguntas y Respuestas
60 min

RECURSOS

1
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Inscritos: 144 estudiantes
Duración: 9 HORAS
Video: POR ZOOM
Nivel: Principiante a Avanzado
MAGIA MIMÉTICA CON VELAS DE FORMA
Precio:
USD 99 USD 77